Ruta Mudejar por la provincia de Zaragoza

El Arte Mudéjar es una manifestación artística realizada por aquellos musulmanes que se quedaron en tierras reconquistadas cristianas y que conservaron sus tradiciones, una estilo fruto de la fascinación que los monarcas cristianos feudales tenían por la cultura andalusí. Es una expresión limitada, y única, en un territorio exclusivo.

El Mudéjar de la ciudad de Teruel fue proclamado Patrimonio Mundial por la UNESCO, en 1986, y en 2001 esta declaración se amplió a todo el Mudéjar aragonés. El empleo de materiales de bajo coste, el uso de formas sencillas y la gran maestría de los artesanos mudéjares, se unen para crear obras que embellecen numerosas localidades aragonesas. El ladrillo, el yeso, la cerámica vidriada se combinan en series de arquillos entrecruzados, formas geométricas o vegetales que, acompañados de la luz natural crean una sinfonía de colores, claroscuros, brillos y reflejos que juegan con la visión y realidad del espectador.

Desde la muralla de Daroca sobresale entre los tejados, la torre de la Iglesia de Santo Domingo de Silos. Se le diferencian tres cuerpos, destacando el empleo de grandes sillares de piedra, el ladrillo, y pequeñas ventanas, y en lo más alto la decoración de cerámica vidriada de color verde. Si el viajero pasea por la Calle Mayor le sorprenderá el voladizo saliente y los motivos heráldicos de la Casa Palacio de los Luna, del S. XV. Se trata de uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil mudéjar. De propiedad particular, en el patio interior las yeserías bellamente decoradas realzan las ventanas y en la planta noble se conservan los salones y alfarjes.

Dos torres destacan en Tarazona: la de la iglesia de Santa María Magdalena y el cimborrio de la catedral de Nuestra Señora de la Huerta. Este templo espera ansioso abrirse al público y mostrar todo su esplendor tras años de cierre por restauración. En Borja en la Iglesia de Santa María, sobreviven elementos mudéjares a pesar de la remodelación total que sufrió en el S. XVIII y la de San Miguel, también muy reconstruida, posee techumbre mudéjar y decoración en ladrillo en su muro exterior.

La Torre Mudéjar de Longares es cuadrada y almenada, en Magallón está decorada con formas geométricas, y en La Almunia de Doña Godina la ornamentación es más compleja a base de frisos de esquinillas, en zig-zag y rombos. La ermita de Nuestra Señora de Cabañas de Jalón, cuya visita hay que solicitar con antelación, está situada a las afueras de La Almunia y guarda bellas sorpresas, como unas pinturas murales y un alfarje mudéjar. Ricla luce orgullosa su torre e Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. El castillo de Mesones de Isuela, en uno de sus torreones, atesora una espectacular techumbre mudéjar de tablas policromadas con figuras de ángeles.

Siguiendo la ribera alta del Ebro, encontramos la espléndida torre de Utebo y la Iglesia de Alagón. Entre campos de cereales de las Cinco Villas brilla el mudéjar de Tauste, en la torre de la Iglesia de San Antón y la torre e Iglesia de Santa María. Si continuamos por la ribera baja del Ebro, la torre e iglesia de Alfajarín, la iglesia de Quinto, la torre de la iglesia de La Puebla de Alfindén y la del asombroso Monasterio de Rueda en Sástago. Si se continúa el curso del Gállego las iglesias y torres de San Mateo de Gállego, de Peñaflor y la torre de la iglesia de Villamayor, concluyen la ruta.

En el Paraninfo Universitario de Zaragoza se inauguró recientemente la exposición “Mudéjar. El legado andalusí en la cultura española”. La muestra consta de 150 piezas originales, entre armas, metales, muebles o tejidos. Una reflexión sobre el mudéjar de carácter divulgativo que se puede ver hasta el 9 de enero.

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