Delicias de Navarra

De forma triangular, pequeño tamaño y fina textura, no dejes de degustar el oro rojo de la huerta Navarra, el pimiento del Piquillo, cuya recolección termina a finales de otoño. Y con la llegada del invierno le toca el turno a la trufa y al cardo, vianda de lujo en época romana, pero que ahora tienes al alcance de tu mano; un poco de ajo, un poco de jamón y a disfrutar…

Algunas sugerencias:

cardo-a-la-navarraCardo a la Navarra
El sabor del cardo tiene cierta similitud con el de las alcachofas y la forma tradicional de degustarlo es «a la Navarra».

Es decir, cocido, cortado en trozos y acompañado de un sofrito de ajo, harina y jamón, que agregan sabor a este exquisito plato.

A pesar de que la época de recolecta de esta verdura es el invierno, gracias a las conserveras puede consumirse en cualquier momento del año.

Pimientos-de-piquillo-de-LodosaPimientos de piquillo de Lodosa
Aunque el pimiento del piquillo de Lodosa es autóctono del suroeste de Navarra, podemos encontrarlo en la carta de cualquiera de los restaurantes de Navarra, en los que es habitual ofrecerlo como entrante.

Para cocinar los pimientos, se colocan en una cazuela de barro con aceite de oliva y se disponen en ella teniendo cuidado de no rasgarlos. Después de sazonarlos con abundante sal y añadirles el ajo cortado en láminas finas, se dejan a fuego lento para que se vayan haciendo poco a poco por ambos lados. No hay que olvidar zarandear la cazuela sobre el fuego con movimientos circulares para que el pimiento suelte su gelatina natural y ligue la salsa, confiriéndole un grosor óptimo.

setas-a-la-navarraRevuelto de setas
La cocina Navarra se ha servido desde antaño de los productos fácilmente accesibles de su entorno. Por eso, no es de extrañar que entre sus especialidades gastronómicas encontremos el revuelto de setas, un plato sencillo y ligero que normalmente tiene su línea en la carta regional.

Los hongos se cocinan previamente con ajo picado, y cuando ya están listos se añaden virutas de jamón y huevo no dejando que este último cuaje del todo. El resultado es un plato de textura suave y delicada que prácticamente se deshace en la boca.

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